Entrevista: Joven estudiante realiza investigación sobre la Unión de Resistencia de Estucadores-URE que será editada en formato libro por el SINTEC

Nuestro periódico “El Andamio” entrevistó al joven estudiante de 22 años, Raúl Lizama, quien acaba de escribir su tesis sobre una de las históricas organizaciones de nuestro gremio de la construcción: la Unión de Resistencia de Estucadores-URE. Este trabajo será publicado en conjunto con el compañero por nuestras “Ediciones El Andamio” en formato libro para hacerlo accesible a nuestras compañeras y compañeros del sindicato.
¿Qué te motivó a realizar una investigación sobre la Unión de Resistencia de Estucadores-URE?
La primera razón es más bien íntima, familiar, ya que mi padre es trabajador de la construcción. Lo segundo tiene que ver más que nada con el sentido del quehacer historiográfico, para que el oficio de historiador no se quede encerrado solamente en la academia y se reproduzca entre un círculo de personas específico, sino que salga a la sociedad. El estudio de este sindicato tanto para lo que es el mundo sindical actual, como para el anarquismo militante, sirve para replantearse ciertas prácticas y aprender de las luchas pasadas de los viejos de los sindicatos antiguos. La URE es un claro ejemplo de organización e identificación del sindicato con las ideas libertarias.
¿Qué postulados destacarías de la práctica de la URE? ¿Qué lo caracterizaba?
Era un sindicato bastante combativo, no estaba adherido al Código del Trabajo, es decir, sobrepasaba la legalidad por su carácter anarcosindicalista, negociaba de “hecho” directamente con los patrones por la fuerza. Por ejemplo, defendían la obra cuando entraban los “krumiros” (rompehuelgas) con grupos de choque organizados que día y noche vigilaban. La combatividad, la unidad, la formación doctrinal, política e ideológica, fueron a mí entender los tres elementos que hicieron posible que los estucadores tuviesen éxito en los conflictos que encaraban. Lo que a su vez, aseguraba la pervivencia y legitimidad de los anarcosindicalistas al interior del sindicato. Tuvieron los salarios más altos del gremio de la construcción sin ceñirse por las reglas del juego legales del momento. La URE varios años después crearía incluso sindicatos ‘‘chapas’’ que, si bien se encontraban regidos a la legalidad, tenían una utilidad meramente estratégica.
¿Cómo ves el panorama actual del sindicalismo en Chile? ¿Qué experiencias destacarías que mantengan el espíritu de la URE?
Hay sindicatos que se alejan del tutelaje de los partidos políticos, que tienen la consciencia de la necesidad de la autoeducación y el rescate de la historia, y que tienen la decisión de combatir en un escenario en donde las tasas de sindicalización son tan bajas y existen tantos sindicatos amarillos y vendidos a los patrones que solo dividen a la clase obrera. Ejemplos que mantienen el espíritu de la URE para mí entender son la Unión Portuaria de Chile (UPCH) y el SINTEC, creo que son sindicatos que destacan en esta línea.
¿Qué te interesa que los viejos que lean esta entrevista se lleven de la experiencia de la URE?
Más que nada que adquieran la consciencia de que la combatividad, la unión y el sentimiento de pertenencia al sindicato va a llevar a ganar grandes cosas. Que el propio sindicato se salte a la figura del subcontratista puede crear óptimas condiciones de desarrollo laboral, lo más horizontal posible, sin “zánganos” como decían ellos.
¿Por qué estudiaste el período comprendido entre 1936 y 1941?
Ese período de la URE no se había investigado en ´profundidad y tiene que ver también con la época de declive del anarquismo en los sindicatos, pero qué a pesar de esto, con altos y bajos, la URE sigue teniendo mucha influencia libertaria. A fines del ’36 la URE se divide y se vuelve a unificar varias veces entre las tres facciones del sindicato: los sindicalistas puros, la facción política compuesta por comunistas y socialistas, y los anarquistas. En el ’41 finalmente se reúnen todos en un gran sindicato y mantienen el nombre de la URE. En esta época se consolida la táctica de contraer un contrato directamente con la empresa “mandante” saltándose la figura de los intermediarios subcontratistas. Esta experiencia es muy importante que se conozca en el gremio de la construcción, ya que los antiguos trabajadores del gremio lograron luchando mejorar sus condiciones de trabajo y de vida inmediata, lo que es sumamente válido, pero también tenían un objetivo revolucionario de transformación de la sociedad.
[Texto extraído de “El Andamio” N°5]